martes, 3 de noviembre de 2009

La involución de la especie

Parece ser que es muy divertido emborracharse e ir matando animalitos. Lo último ha sido en Torreorgaz (un pueblecito muy cerca de Cáceres) en plena tradición de los quintos.
No tienen nada mejor que meter palos por el culo de una mula (perdón por mi vocablo).
Pues si se aburren, que se machen los dedos de los pies con un martillo, quizás sea más productivo.
¡Y luego nos quejamos de que nos llamen a los extremeños burros y retrasados!
Y, para concluir, la noticia ha salido en un progama de televisión y cierta mujer ha empezado a defender la travesura de la muchachada. ¡A dónde vamos a parar!
Si esto sigue así, lo próximo es lanzarnos piedras unos con otros para conquistar al maromo que deseamos.

1 comentario:

  1. Yo hubiera cogido a los 12 capullos que no tienen otra cosa que hacer y les hubiera metido el palo por el culo a ellos, uno detrás de otro, como una brocheta de cerdo, que es lo que son...SALVAJES!!!!

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